El flúor lleva muchos años siendo añadido a una gran variedad de productos de uso diario o común, y además su presencia en el agua de consumo nos hace planteamos qué es, de donde viene y qué efectos tiene sobre la salud humana y animal. El flúor es un elemento químico halógeno, gaseoso a temperatura ambiente (F2) y de color amarillo pálido. Es el más electronegativo y reactivo de todos los elementos. En forma pura es altamente peligroso, causando graves quemaduras químicas al contacto con la piel.
En referencia a los efectos del flúor sobre el organismo humano los resultados de un estudio francés realizado en 2002 mostraron que: "La mayoría de los metales que penetran en el organismo por vía
digestiva, parenteral o por inhalación, se acumulan en el esqueleto.
Forman depósitos a lo largo de las superficies óseas y pueden
incorporarse a la sustancia mineral....En concentraciones más elevadas, otros
elementos, particularmente el estroncio y el flúor son tóxicos. La intoxicación por flúor provoca
osteosclerosis acompañada de fracturas, denominada fluorosis esquelética. (Artículo)",
De forma natural el flúor puede ser encontrado en aguas subterráneas en yacimientos de granito, por lo que los pozos situados en estas zonas contienen altas concentraciones de fluoruros (derivados del flúor) concretamente entre 0,8 y 6,1 ppm, habiéndose comprobado que las personas que consumen este agua son mas proclives a la fluorosis dental, e incluso a una fluorosis esquelética suave (Artículo).
De forma natural el flúor puede ser encontrado en aguas subterráneas en yacimientos de granito, por lo que los pozos situados en estas zonas contienen altas concentraciones de fluoruros (derivados del flúor) concretamente entre 0,8 y 6,1 ppm, habiéndose comprobado que las personas que consumen este agua son mas proclives a la fluorosis dental, e incluso a una fluorosis esquelética suave (Artículo).
En lugares con aguas de consumo humano que presentan concentraciones de flúor mayores a 12 mg/l (12 ppm: partes por millón), tanto niños como adultos muestran fluorosis dental y alrededor del 35% de ellos muestra daños severos (Comunicación Simposio). Se propone el uso de dientes de ciervos como indicador biológico de la presencia de contaminación por flúor, ya que también éstos son sufren fluorosis dental al beber aguas contaminadas con este elemento o sus derivados (Artículo).
A nivel industrial el flúor se genera como residuo en la industria del aluminio, de los fluorocarbonos y del acero inoxidable, así como en procesos para la obtención de energía nuclear, siendo incluso usado para eliminar residuos nucleares del agua (enlace).
Además parece que en algunos países del mundo se está añadiendo flúor al agua de consumo humano desde hace 50 años argumentando que mejoraría la caries de la población, aunque países como USA ya han reconocido que no es recomendable hacerlo ya que realmente daña los dientes en lugar de protegerlos de la caries (videonoticia), lo cual nada tiene que ver con su uso topico en el caso de la pasta de dientes, donde sí parece combatir la caries.
Fig. 1: Flúorización del agua de consumo humano
La composición de las aguas de consumo humano en la Unión Europea está regulada por la Directiva 98/83/CE (Directiva), que establece concentraciones máximas de fluoruro de 1,5 ppm. Un informe de calidad del agua en España realizado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2011 (Informe) muestra que la concentración de flúor está dentro de los rangos permitidos en un 97,45 % de los casos, siendo este parámetro uno de los que peor cumple la normativa de todos los estudiados. En otras palabras, de los 20.185 controles realizados, el 2,55%, es decir 515 controles, obtuvieron valores por encima del rango permitido, y de los cuales en 36 se superaron las 5 ppm. Estos controles fueron realizados en 9.620 Zonas de Abastecimiento, habiendo un 1,4% de ellas que incumplieron los niveles, es decir que en España hay 135 zonas de abastecimiento de agua potable que no cumplen la normativa sobre niveles de flúor.
Aún así, España no es de los países del mundo que mas fluoruro consumen en el agua (Figura 1), aunque esto no debería consolar a nadie. Los valores observados en la leyenda de la figura son porcentaje de la superficie que presenta fluorización del agua dentro del territorio nacional de cada país.
Además este informe establece que: "Los estudios en animales no aportan pruebas concluyentes sobre su posible carcinogenicidad en humanos. Niveles de fluoruro en agua de consumo entre 1,5-2 mg/l podrían dar lugar a fluorosis dental y valores más altos del orden de 3-6 ppm, a fluorosis esquelética. No se ha demostrado la asociación entre el consumo de agua con fluoruros durante el embarazo y malformaciones congénitas". De ello deducimos que en al menos 36 zonas de abastecimiento de agua potable de las anteriormente citadas (agua >5 ppm) proporcionan agua de consumo humano con valores que se sabe que producen fluorosis esquelética (agua 3-6 ppm).
Solamente se consideran como "alarmantes" concentraciones por encima de 10 ppm, de las cuales no se ha detectado ninguna entre 2009 y 2011. Un dato interesante es que al comparar los datos históricos desde 1996 nunca se había bajado de un 99% de conformidad en los controles realizados hasta 2009, año desde el que cada vez se incumplen en mas zonas de abastecimiento, lo cual nos lleva a plantearnos si algún factor, por ejemplo la actividad industrial u otros tipos de contaminación antrópica, podrían estar provocando esta tendencia al alza, ya que el aporte natural de tipo geológico no parece estar cambiando.
A pesar de lo que establece este informe del Ministerio, estudios científicos realizados en 1998 demuestran la aparición de daños cerebrales en ratas por encima de 1 ppm de fluoruro administrado en el agua, los cuales podrían compararse al Alzheimer humano (Varner et al., 1998). EL estudio en ratas quizá pueda no resultar muy revelador para algunas personas, sin embargo otros estudios demuestran que el coeficiente intelectual de niños de 10-12 años fue significativamente menor en aquellos que consumen agua por encima de 3 ppm (Lu et al., 2000), lo cual puede resultar bastante mas alarmante. Además otros estudios realizados en USA establecen una relacion clara entre consumo de agua fluorada y la aparición de osteosarcoma (cáncer de huesos) (Cohn, 1992), o una pérdida de fertilidad en zonas con mas de 3 ppm de fluoruro en el agua en USA (Freni, 1994).
Por ello, creo que las autoridades competentes deberían plantearse la necesidad de reforzar el control de vertidos que contengan flúor o sus derivados, principalmente en las zonas de abastecimiento de agua que contengan concentraciones por encima de 3 ppm, lo cual estaría por encima de lo legal (1,5 ppm), y sobre todo por encima de lo racional, ya que parece mas que demostrado que el consumo de agua contaminada provoca graves daños a la salud humana y animal.
Quizá si se tuvieran en cuenta los resultados obtenidos en los diferentes estudios científicos se podrían evitar muchos problemas ambientales e incluso revertir en mejoras sociales. Un ejemplo de esto es una patente que acaban de desarrollar recientemente el CSIC junto con una Universidad de Etiopía, que consiste en el uso de un mineral volcánico llamado estilbita, presente en Etiopía, que sirve para eliminar el flúor del agua (noticia).
Antonio Sanz
A nivel industrial el flúor se genera como residuo en la industria del aluminio, de los fluorocarbonos y del acero inoxidable, así como en procesos para la obtención de energía nuclear, siendo incluso usado para eliminar residuos nucleares del agua (enlace).
Además parece que en algunos países del mundo se está añadiendo flúor al agua de consumo humano desde hace 50 años argumentando que mejoraría la caries de la población, aunque países como USA ya han reconocido que no es recomendable hacerlo ya que realmente daña los dientes en lugar de protegerlos de la caries (videonoticia), lo cual nada tiene que ver con su uso topico en el caso de la pasta de dientes, donde sí parece combatir la caries.
Fig. 1: Flúorización del agua de consumo humano
Aún así, España no es de los países del mundo que mas fluoruro consumen en el agua (Figura 1), aunque esto no debería consolar a nadie. Los valores observados en la leyenda de la figura son porcentaje de la superficie que presenta fluorización del agua dentro del territorio nacional de cada país.
Además este informe establece que: "Los estudios en animales no aportan pruebas concluyentes sobre su posible carcinogenicidad en humanos. Niveles de fluoruro en agua de consumo entre 1,5-2 mg/l podrían dar lugar a fluorosis dental y valores más altos del orden de 3-6 ppm, a fluorosis esquelética. No se ha demostrado la asociación entre el consumo de agua con fluoruros durante el embarazo y malformaciones congénitas". De ello deducimos que en al menos 36 zonas de abastecimiento de agua potable de las anteriormente citadas (agua >5 ppm) proporcionan agua de consumo humano con valores que se sabe que producen fluorosis esquelética (agua 3-6 ppm).
Solamente se consideran como "alarmantes" concentraciones por encima de 10 ppm, de las cuales no se ha detectado ninguna entre 2009 y 2011. Un dato interesante es que al comparar los datos históricos desde 1996 nunca se había bajado de un 99% de conformidad en los controles realizados hasta 2009, año desde el que cada vez se incumplen en mas zonas de abastecimiento, lo cual nos lleva a plantearnos si algún factor, por ejemplo la actividad industrial u otros tipos de contaminación antrópica, podrían estar provocando esta tendencia al alza, ya que el aporte natural de tipo geológico no parece estar cambiando.
A pesar de lo que establece este informe del Ministerio, estudios científicos realizados en 1998 demuestran la aparición de daños cerebrales en ratas por encima de 1 ppm de fluoruro administrado en el agua, los cuales podrían compararse al Alzheimer humano (Varner et al., 1998). EL estudio en ratas quizá pueda no resultar muy revelador para algunas personas, sin embargo otros estudios demuestran que el coeficiente intelectual de niños de 10-12 años fue significativamente menor en aquellos que consumen agua por encima de 3 ppm (Lu et al., 2000), lo cual puede resultar bastante mas alarmante. Además otros estudios realizados en USA establecen una relacion clara entre consumo de agua fluorada y la aparición de osteosarcoma (cáncer de huesos) (Cohn, 1992), o una pérdida de fertilidad en zonas con mas de 3 ppm de fluoruro en el agua en USA (Freni, 1994).
Por ello, creo que las autoridades competentes deberían plantearse la necesidad de reforzar el control de vertidos que contengan flúor o sus derivados, principalmente en las zonas de abastecimiento de agua que contengan concentraciones por encima de 3 ppm, lo cual estaría por encima de lo legal (1,5 ppm), y sobre todo por encima de lo racional, ya que parece mas que demostrado que el consumo de agua contaminada provoca graves daños a la salud humana y animal.
Quizá si se tuvieran en cuenta los resultados obtenidos en los diferentes estudios científicos se podrían evitar muchos problemas ambientales e incluso revertir en mejoras sociales. Un ejemplo de esto es una patente que acaban de desarrollar recientemente el CSIC junto con una Universidad de Etiopía, que consiste en el uso de un mineral volcánico llamado estilbita, presente en Etiopía, que sirve para eliminar el flúor del agua (noticia).
Antonio Sanz